
Sobre Vacaciones y Familia, Semana Santa
Querida madre, levanta la mano (o la taza de té/café/copa de vino) si:
- ya estas cansado de solo pensar en el «to do» con cuanto tienes que hacer y organizar,
- poner límites a los que te rodean cuando se trata de agregar «un poco más dulce» a los pasteles,
- Antes de unas vacaciones, prometes que ese tiempo lo dedicarás a la familia y no solo a las tareas del hogar.
Querido papi, levanta la mano (o taza de té/café/copa de vino) si:
- y este año pasas la aspiradora por la noche,
- tienes que cancelar tu salida con los chicos, porque tu esposa necesita ayuda con la limpieza,
- Le recuerdas a tu novia que las vacaciones son para la familia.
Querido bebé, levanta la mano (o el juguete, la taza de agua o la taza de leche) si alguien te lee estas líneas o ve a tus padres sonriendo y hablando de este artículo y si:
- quieres participar en tamizar la harina junto con mamá para la torta,
- chupas con papá y luego te detienes para un juego de princesas o pelota alrededor de la casa,
- Sabes muy bien que le recordarás a tu familia que estas vacaciones son para la familia.
Queridos nuestros, de pequeños a grandes, deseamos que podáis pasar tiempo juntos, útilmente, entrelazando la tradición con la actualidad, el cansancio con la atención y la concentración, sí, sí, que el ENFOQUE se dirija hacia la familia.
Y ahora, mamá, papá, cierren los ojos por unos segundos.
Recuerda lo que te tocó de niño durante las vacaciones.
Desde leer un periódico con tus padres hasta el hecho de que participaste en las actividades de preparación para las fiestas: limpiar, hornear pasteles, preparar platos sabrosos, ir a la iglesia, planchar ropa nueva y sentarte en el borde de la cama.
Y si tienes tiempo, entre un pensamiento y otra cosa que hacer, pregúntate… ¿qué te gustaría transmitir? ¿Tradición, alegría, fe, amor al prójimo? ¿Qué le gustaría que su hijo recordara en una semana, en un año, en 10 años, sobre las vacaciones?
Puedes hablarles de «mi tiempo» mientras juntas las hojas para convertir los huevos cocidos en cebollas o cáscaras de remolacha, o puedes pintar de la manera más moderna con los niños o pegar pegatinas con los personajes que aman.
Disfrute de la casa llena o vaya de visita a sus seres queridos, sin olvidarse de contar cuántos pasteles siguió contando con «es el primero», cree recuerdos y disfrute de los rituales de esta época.
Involúcrate a tope en esta fiesta, como viene, con tardes agitadas o días ajetreados, pero sin olvidar eso sí, ya que te recordará, cada vez que mires a tu hijo, que estos días son de… familia. Y realmente hacerlo así.
Esta es la belleza y el desafío: tomar todo lo bueno del pasado, traerlo al presente y tener hermosos recuerdos para recordar en los años venideros.
Hazlo verdad. Todos ustedes.