
Mónica y Ema, una historia con final feliz
Puede que no siempre nos demos cuenta de lo bueno que es contar con el apoyo de tu pareja a la hora de #alimentar.
Además de la ayuda especializada en el hospital y en el hogar, es fundamental que el esposo/amigo esté con la nueva mamá y crea en todo este proceso.
Esto es lo que Mónica nos cuenta sobre amamantar a su pequeña, Ema.
“Emma vino al mundo con pequeñas aventuras: se quedó sin líquido amiotic, a los 40s 4z. El trabajo de parto fue inducido dos veces.
Las membranas se han roto y hay meconio (por lo que hay muchas ocasiones de cesárea). Después de 4 horas de trabajo de parto nació de forma natural.
Desde los primeros minutos, el esposo acudió a los neonatólogos para preguntar por el bebé. Lo recibí después de salir de la sala de partos. Permaneció en el pecho durante aproximadamente una hora.
Por meconio rechazó el alimento durante todo el período de hospitalización: sólo calostro y máximo 10-20 ml lp.
El primer día estaba bastante deshidratada por lo que las dos nos estresamos y le dimos lp (rechazaba más de 5 ml) y los 2 ml de calostro que conseguimos sacar de sus mamas y recoger con la jeringa.
Al 3er día en la mañana me llamó mi querida Nora: «Moni, ve y pide un sacaleches, porque hoy también debe salir la leche y aunque aún no esté bien adherida al seno, por lo menos para sacar leche de mi madre».
Eso hice yo, desde entonces mi bebe está amamantado y después de que se duerme le saco el resto de la leche para que tenga algo que ver con la neonatología.
En la última noche de hospitalización, atrapé a Dorina (consejera de lactancia en Gynia) a su vez.
Cuando vio la gongutza en su pecho, dijo: “Pero este bebé no sabe mamar. ¿Fue prematuro?” Obviamente la respuesta fue: No.
Siguió una noche entera en la que a la mía le enseñaron a chupar (más o menos la mitad de la noche también me resistí).
Siguió la descarga. La ayuda de Alexandra el primer día fue invaluable.
Dejó a su bebé de un año y medio en casa y vino a quedarse conmigo para contarme historias y apoyo moral durante unas 4 horas. Comprobado si la gongutza pega bien, si chupa bien. ⁇
Al día siguiente Nora vino a vernos. Todo parecía estar bien. 🙂 Muchas gracias, cariño, por todo lo que has hecho por mí. ema.
Con toda la ayuda, no creo que hubiera sido tan zen y hubiera escapado tan fácilmente sin la ayuda de mi esposo, quien fue en las primeras 2 semanas quien le pegó gongutza a su seno.
Con nosotros, todo lo demás pasó sin más preámbulos. Me volví zen después de la primera semana, cuando bajo el control del médico de cabecera, Gongutza tuvo un peso al nacer (había perdido 200 g).
Preguntas y comentarios han sido, son y serán. Del famoso: “¿tienes leche? ¿Está saturado? ¿Tienes un horario? Pero, ¿qué quieres decir con sentarte con sus senos durante 2 horas? Por otro lado: “¿Sigues amamantando? Pero, ¿cuánto más quieres darle? ¿No muerde ahora que tiene dientes?”.
Mientras esté bien para mí y para mi bebé, continuaremos amamantando. Hasta luego «
#La Semana Internacional de la Lactancia Materna 2017 trae historias de vida, personas abiertas al alma y a las palabras. ¡Y les agradecemos!